Sime Raljevic fue el sexto e hijo menor de Petar Raljevic y María Bassioli.
Creció en la isla Dugi otok en Dalmacia ocupada por Italia en la Segunda Guerra Mundial, pero a diferencia de sus hermanos, no participó del conflicto por su corta edad. Terminó sus estudios universitarios en Ingeniería Mecánica en el Politécnico de Rijeka. Cerca a la década de los 60’s, comenzaba a surgir la formación de Yugoslavia, pero también existían grupos que promovían nacionalismos de cada país. Como era norma en las uniones socialistas, mostraron su rechazo a la iglesia católica y a la religión, ya que un símbolo que representaba el ser croata era ser católico. A pesar de que junto a unos amigos formaba parte de grupos que favorecían la identidad croata, se enteraron de que un conocido cercano llegaría a denunciarlos para conseguir ventajas políticas en la Yugoslavia. Al conocer la noticia, decidieron que lo mejor era huir. Al conseguir un barco a remo, huyeron a Italia, y con la suerte de un viento hacia el norte lograron evitar a la guardia costera que podría retenerlos. Al llegar a Frascati, cerca de Roma, se contactaron con el comisariado de la Organización de las Naciones Unidas para refugiados, por lo que consiguieron campamento en Italia por un tiempo, donde se concentraban personas de todas partes del mundo. Se enteraron de que un lugar más tranquilo para ir como refugiados, además de su facilidad, era Sudamérica. Al conseguir pasaportes, él se condujo en barco mediante el Atlántico, pasó por el Canal de Panamá y llegó hasta Arica, Chile, para luego ir a Bolivia. Al conseguir algunos contactos, y por su carácter jovial y amigable, consiguió trabajo en la empresa Volcán, una empresa minera. Por su facilidad con los idiomas, se le hizo fácil congeniar con los demás ya que existían demás extranjeros de Suiza, Turquía, judíos rusos, y demás regiones. Recalcaba con humor las ventajas de transportarse por su baja estatura, tenía ventajas ‘como si fuera un niño’. Tuvo diferentes trabajos con relación a la minería, le fascinaba la organización de trabajo y el diseño, por lo que recorrió diferentes partes del país, como Tupiza, Riberalta, donde se encontraba con otros paisanos porque los consideraba también familia. Abrió una materia en la Facultad de Ingeniería de la universidad, dio seminarios, conoció a su esposa, Alicia, y formó una familia, que también tuvo la suya años después.
A pesar de tener una vida tranquila y asentada ahí, tuvo complicaciones en el corazón, por lo que tuvo que llevar un tipo de vida diferente, aunque siempre le gustaba tener un estilo de vida con activo, casi ansioso. Decidió finalmente nacionalizarse boliviano, aunque como todo, llegó a su fin. Siempre llevó una vida afable, nunca abandonó la cultura croata, permaneciendo el uso del lenguaje, el contacto con su familia y amigos por llamadas, fotografías, cartas y con la familia que ya había creado. Falleció a los 77 años en 2011.
Svenko Raljevic, nieto de Sime Raljevic