Mate Marko Buljan nació en 1935 en Gornje Podbablje, Imotski. Como hijo menor de un herrero y criado en una familia patrilineal, se esperaba que Mate permaneciera en el pueblo para cuidar a sus padres ya que dos de sus hermanos escaparon a pie a través de la frontera yugoslava en 1960 debido a la opresión política y económica. La vida en la Yugoslavia comunista no mejoró, incluso después de que Tito abriera las fronteras yugoslavas (1963), cuando la gente podía emigrar legalmente a Alemania Occidental para trabajar como trabajadores temporales. El éxodo de croatas, especialmente del interior de Dalmacia (Dalmatinska Zagora) fue rampante, ya que los hombres abandonaron sus familias y aldeas para conseguir una vida mejor como se dice ‘’el estómago sigue al pan’’.
Mate, en 1966, como la mayoría de los jóvenes sanos, deja a su esposa y cuatro hijos pequeños (de 7, 6, 4 y 1 años) para trabajar en Alemania Occidental.
Dos años después, en 1968, Mate se va de Alemania Occidental a los Estados Unidos porque uno de sus hermanos se convirtió en residente estadounidense después de obtener asilo político.
Para Mate, Estados Unidos era realmente una tierra prometida donde un sueño americano podía cumplirse con trabajo duro, perseverancia y perseverancia.
Luego de obtener la residencia legal, en 1971, la esposa de Mate y sus cuatro hijos emigran a los Estados Unidos, específicamente a San Mateo, CA.
Mate es un talentoso artesano y atribuye el trabajo manual a sus raíces familiares de herreros. Mate se destacó en la carpintería metálica, especialmente la hojalatería, mecánico de automóviles, luego ingeniero de mantenimiento de grandes instalaciones, incluyendo hoteles y diversas empresas manufactureras.
A fines de la década de 1970, Mate y su familia comenzaron a operar hogares de ancianos para ancianos. Toda la remodelación y mantenimiento de las viviendas estuvo a cargo de Mate.
Mate y su familia han recibido a muchos visitantes croatas notables en el Área de la Bahía (músicos, políticos, sacerdotes, escritores, poetas, directores de cine, profesores, etc.). Especialmente cuando la diáspora croata era un combustible necesario para librar a Croacia de la Yugoslavia comunista, Mate contribuyó desinteresadamente a muchas causas croatas, incluidas, entre otras: promoción y patrocinio de una película croata (El legado de mi tío) que fue nominada a la mejor película extranjera por los Globos de Oro; participación en la Primera Asamblea de la Unión Democrática Croata (HDZ) en Zagreb; donación a la Embajada de Croacia en Washington D.C.; Fondo de Becas de Croacia, y mucho más.
Hasta el día de hoy, Mate dice que su mayor legado es que todos sus hijos están casados con otros croatas y que sus nietos y bisnietos hablan croata con fluidez y que toda su familia visita Croacia todos los años.