Romano Supljina

 

La historia de mi familia comienza en 1927 en la Península de Istria  Trieste nace mi padre Romano Supljina con nacionalidad Italiano. Hijo de madre sola y menor, su abuelo le dió el apellido que en un principio era Šupljina de orígen austriaco significa cavidades. Crece en la colina de la aldea de Boljun pueblo que fué creado alrededor de la fortaleza de un Castillo Medieval. Cuando fué el tiempo de ir a la escuela que de hecho estaba ubicada frente a su casa se creó una reforma escolástica luego del gran éxodo Giuliano Dálmata donde era obligación el bilingüismo Italo Croata, Esloveno Croata. Los apellidos y las calles en Istria fueron italianizados para que no se pierda la cultura de un pueblo que vivió en esa región. Su madre lengua, el croata. Su primer año escolar no fué fácil por el idioma. Cuando cumplió ocho años madre e hijo plantaron dos árboles frente al castillo. En esa época mi abuela ya casada con un croata quien le quiere dar su apellido al niño, no acepta consideraba que era sólo su hijo y a quien su abuelo le había dado el propio. En la misma casa nacieron varias generaciones con distintas nacionalidades Austriacos, Italianos, Yugoslavos y Croatas. Formaron una gran familia dándole  cinco hermanos. Luego la época más triste, la segunda guerra mundial. Siendo apenas un adolescente soldados alemanes lo persiguen y corre a esconderse a su casa. Mi abuela no entendía que pasaba no podía creer que con tan sólo una docena de años lo tomaran como prisionero de guerra por ser menor y a pesar de las súplicas se lo llevan con sólo lo puesto. Al día siguiente su madre caminó desde el alba hasta el ocaso para llegar al punto desde donde partirían hacia Austria y luego a Alemania para llevarle ropa, calzado y víveres. Pasan los años termina la guerra y vuelve con un caudal de conocimientos en idiomas y oficios. Y se encuentra con un país en ruinas, donde la pobreza y la falta de trabajo llevan a que mi abuela le autorice un poder para que pueda buscar trabajo en el país que sea. Se dirige a Italia, una tierra vecina con un idioma que aprendió de chico. Está un tiempo y vuelve para volver a despedirse. A Génova llegaría un barco desde Argentina para llevar mano de obra al país Austral. Pero ambos sabían que aprovecharía ese viaje para buscar y conocer a su padre biológico que partió a América antes que naciera. En 1951 llega al Puerto de Buenos Aires donde apenas entra le ofrecen trabajo como traductor ya que  era políglota pero no acepta por pensar que no era trabajo para un hombre. Se instala en el Hotel de los Inmigrantes, se contacta con un tío que vivía en Dock Sud ciudad que cobijó a tantas familias de la diáspora para buscar a su padre quien no lo reconoció ni le ofreció ayuda vaya a saber porque pacto secreto con su nueva familia. Encontró paisanos que a través de sus familias conoce a mi madre hija también de Istrianos. Formó una familia con tres hijos de los cuales yo soy la mayor. Todo lo que logró fué fruto de sus dos trabajos diarios. Construyó su casa, la huerta, mi hamaca, el gallinero, el parque, me enseño a pintar, a atar los tomates en las cañas, a sembrar y cosechar a contar en cinco idiomas mientras me hamacaba. Tenía pilas de libros y el manual en español que trajo de Italia para estudiar en el barco. Hablaba de su “Trieste”, de Rómulo y Remo y la historia de la Loba, de las campanas di San Giusto y su din dan, de las pequeñas celdas para presos creadas a la vuelta de su casa en tiempo de guerra, del Castello di Miramare, del Jadransko more. Los domingos eran los días de disfrutar en familia con mesas largas llena de chicos, cuñados y esos suegros que lo recibieron como un hijo más. Se bailaba, se cantaba y se sonaban instrumentos entre pasos dobles y tarantelas. El chucrut, la panceta, la manestra, paprika, strudel, los porotos y canelones eran sus platos preferidos y el vino tinto. Apenas conoció a sus nietitos porque Dios sin avisarle pasó a buscarlo y yo lo extraño. Hoy sé que desde el cielo nos sigue cuidando y de reojo vuelve a ver su tierra la que dejó hace muchos años.

 

 

Hija Alicia Emilia Supljina