Los grandes hombres deben permanecer en el recuerdo, porque su legado es valioso y porque señalan horizontes de grandeza, que nos permiten atisbar un mundo mejor.  Antofagasta ha tenido el privilegio de contar con algunos hombres realmente valiosos.  Entre ellos.  Andrés Sabella quien, con su palabra de alquimista, nos hizo amar la pampa, el mar y al hombre de este suelo.

Su partida, hace ya veintiséis años, dejó un vacío difícil de llenar.  Por eso, el 29 de septiembre de 1989, nació la Corporación Cultural Andrés Sabella, para  preservar y difundir la riqueza del hombre y del artista y cautelar, en el Museo que creó y que lleva su nombre, los testigos materiales que lo acompañaron en el recogimiento de su hogar.

A lo largo de sus 26 años de vida, la institución ha desarrollado una fructífera y sostenida labor cultural y ha abierto, además, las puertas de su Museo para acoger el rico patrimonio del Dr. Antonio Rendic, figura ilustre de la ciudad, la biblioteca de don Néstor del Fierro, ex Intendente de Antofagasta y, posteriormente, parte del legado del pintor Osvaldo Ventura. Un Museo centrado en torno a personas, uno de los pocos de este tipo en Chile, lo que debe ser un gran orgullo y, a la vez, una gran responsabilidad para la gente del Norte.

Hoy, en el recinto de la Casa de la Cultura, la Corporación Cultural Andrés Sabella continúa proyectando una trayectoria ejemplar, confiada que contribuye indiscutiblemente y, día a día, en mantener viva la presencia de los prohombres, cuyos legados cautela, en la comunidad antofagastina. Especial interés lo constituyen los estudiantes, para quienes se programa actividades, con el fin que se interioricen en el conocimiento de la vida y obra de estos hijos dilectos. Que esto constituya la fuerza para seguir adelante y hacer realidad grandes sueños.

Sonia Buljan Morelli

Cortesia: Branko Antonio Marinov Martinic